Conociendo qué es la usabilidad web
Descubre qué es la usabilidad web y cómo puede ser tu mejor herramienta para alcanzar el éxito a través de tu sitio web oficial.
Recuerdo aquel lejano 2005 cuando comenzaba yo la carrera de Diseño Gráfico. Con el riesgo a sonar trillado y anciano, la creación de páginas web ha cambiado muchísimo de aquel entonces hasta ahora, una decena de años después.
Las velocidades de conexión, computadoras, los navegadores y lenguajes de programación han evolucionado. Con la introducción de los dispositivos inteligentes como smartphones, tabletas y phablets la usabilidad web ha sido uno de los factores de mayor peso e importancia.
Usabilidad web
Hablar de usabilidad web puede ser un poco ambiguo, pero en un medio tan cambiante como es la web, estos cuatro puntos te vendrán bien a manera de introducción al tema.
¿Qué es la usabilidad web?
Hay un par de conceptos que flotan siempre confundiéndose en cuanto hablamos del usuario y la web: la usabilidad web y la experiencia de usuario.
La experiencia del usuario hace relación al conjunto de factores que hacen que una persona tenga ciertas sensaciones o reacciones en una situación en específico: pueden involucrar gráficos, sonidos, ambientación, entre muchas otras cosas.
La usabilidad web se refiere a un aspecto mucho más funcional para que una persona cumpla con ciertos objetivos específicos a la hora de navegar en el sitio. Ambas van relacionadas fuertemente, una como consecuencia de la otra y han sido la piedra angular para que la web siga viva después de tantos años y no se vislumbre que se vaya a ningún lado pronto.
Se ve bien, pero… ¿es práctico en la vida real?
Hace unos 10 años estaba el boom de los sitios web diseñados en Adobe Flash. Eran experiencias robustas de usuario que podían llegar a ser una verdadera demostración hollywoodense de lo que se podía hacer con un presupuesto adecuado y un gran equipo de programación.
El gran problema con estos sitios es que cargarlos en una computadora común y corriente eran un verdadero viacrucis. Necesitabas la suficiente capacidad de tarjeta de video y memoria para poder correrlos.
Ni qué decir de la velocidad de conexión para cargar la masiva cantidad de datos para desplegar las animaciones y efectos que corrían en el lenguaje de programación de Flash.
Estos sitios eran un lujo, pero en muchos de los casos no eran prácticos porque tenían severos problemas de usabilidad web: desde la falta del plugin de Flash para correrlos hasta interfaces con diseño pobre…
El internet no perdona y estos sitios fueron poco a poco siendo reemplazados por la introducción de nuevas tecnologías: como las propias aplicaciones en los smartphones y luego el HTML 5.
Ambas presentaban soluciones mucho más pensadas en los usuarios, haciendo que navegar en ellas y medir el comportamiento del usuario fuera más fácil. El resto de la historia se cuenta sola.
Piensa en tu página web. ¿Realmente está diseñada para que los usuarios lleguen a la información que están buscando? ¿Estás gastando recursos innecesarios que afectan tiempos de carga o estropean la navegación?
Diseño responsivo, un lujo que se volvió necesidad
Un parteaguas en la usabilidad web fue la introducción de las aplicaciones de smartphones. Todos presagiaban la muerte de los sitios web porque, claro, las aplicaciones iban tan bien de la mano con estos nuevos dispositivos que era necesario hacer el salto.
Poco tiempo pasó para que nos diéramos cuenta de que nuestros teléfonos inteligentes carecían de la memoria suficiente para estar almacenando una cantidad infinita de aplicaciones: había que pelear por el espacio en ellos.
Con las redes sociales acaparando las descargas se volvía menos rentable y eficaz dejar de lado los proyectos web a cambio de una aplicación que debía ser diseñada en específico dependiendo del sistema operativo del usuario y, en el caso de Android, hasta por dispositivo.
Aquí es donde el diseño responsivo saltó a mostrar la cara por la web. Esta nueva filosofía de usabilidad web donde un sólo diseño web podría ser usado en cualquier tipo de dispositivo mediante la agrupación o simplificación de ciertos elementos cambio completamente el juego y ahora es uno de los estándares que cualquier sitio debe cumplir.
La exigencia de los usuarios por contar con una experiencia idéntica sin importar dónde decidan conectarse es vital y exige a las empresas estar a la altura. ¿Es tu sitio web capaz de ser visto desde cualquier dispositivo y brindar una experiencia de navegación agradable y clara?
Amazon: el gigante de la optimización
El que podría ser uno de mis ejemplos favoritos de lo que puede hacer la usabilidad web por tu negocio es Amazon. El gigante del e-commerce no es lo que es hoy por mera casualidad.
Ellos han dedicado años a investigar, probar y optimizar su sitio para que la usabilidad sea la mejor del mercado. Cada paso de la experiencia de compra de los visitantes está ahí después de una cantidad inimaginable de pruebas que han decidido que ese es el mejor camino para que ellos lleguen al objetivo principal del sitio: comprar.
Nunca temas experimentar con distintos factores que puedan llevar a una mejor navegación para tus usuarios. Disciplinas de alta especialización, como estudios de inteligencia de mercado, focus group e inclusive el nuevo y vibrante neuromarketing pueden aportar su grano de arena para poder llevar más allá el rendimiento del sitio de tu marca.
¿Qué consideras que deberías mejorar para que tus clientes tengan una mejor navegación y experiencia en general en tu sitio?
Podemos pasarnos horas hablando de pequeños y grandes casos de éxito, así como referencias a las cuales deberíamos tratar de imitar en referencia a la usabilidad web. Esto tan sólo fue un pequeño piquete de costillas para que voltees a ver con otros ojos lo que hasta ahora podría haber sido la mejor versión de tu sitio.
Llegar a una experiencia y usabilidad web perfecta es una utopía, pero un enfoque en una mejora y experimentación constante pueden traer muchos beneficios a mediano y largo plazo para ti y tu marca.